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FAQs

La energía o luz ultravioleta (UV) es una parte del espectro electromagnético y contiene longitudes de onda de 10 a 400 nm. Como la visión humana no puede percibir longitudes de onda por debajo de 400 nm, la “luz” ultravioleta es invisible para el ojo humano.

Debido a que las longitudes de onda UV-C (200 a 280 nm) son fácilmente absorbidas por el ADN y el ARN de los microorganismos (virus, bacterias, hongos et.), esta daña inmediatamente su estructura genética, evitando que los microorganismos se repliquen ni realicen ningún tipo de función celular vital prácticamente desde el mismo momento en que esta luz es absorbida, esto es, provoca la imposibilidad absoluta y permanente de provocar enfermedad en el ser humano.

 

Tal y como establecieron de la Universidad de Harvard, la longitud de onda de 253.7 nm es altamente germicida, pero mínimamente peligrosa para la exposición humana en comparación con otras radiaciones UV debido a su poca profundidad de penetración. La exposición directa prolongada a la luz UV-C puede causar enrojecimiento temporal de la piel e irritación ocular (queratoconjuntivitis dolorosa que suele resolverse al cabo de las 48 horas sin consecuencias para la visión).

Si en algún momento es necesario trabajar en un entorno de exposición directa a UV-C se deberán seguir siempre las ecomendaciones establecidas por Prevención de Riesgo Laborales, que deberán incluir el uso de gafas con capacidad de bloquear intensidades de entre 200 y 315 nm, así como protección de la piel.

Tal y como establecieron de la Universidad de Harvard, la longitud de onda de 253.7 nm es altamente germicida, pero mínimamente peligrosa para la exposición humana en comparación con otras radiaciones UV debido a su poca profundidad de penetración. La exposición directa prolongada a la luz UV-C puede causar enrojecimiento temporal de la piel e irritación ocular (queratoconjuntivitis dolorosa que suele resolverse al cabo de las 48 horas sin consecuencias para la visión).

Si en algún momento es necesario trabajar en un entorno de exposición directa a UV-C se deberán seguir siempre las ecomendaciones establecidas por Prevención de Riesgo Laborales, que deberán incluir el uso de gafas con capacidad de bloquear intensidades de entre 200 y 315 nm, así como protección de la piel.

Las luminarias RZero UV-C Disinfection Lighting garantizan la desinfección en muy pocos minutos.

La sistemática es tan sencilla como: 1) encender las lámparas instaladas, 2) dejarlas unos 5 minutos encendidas en función de distancia, tiempo e intensidad, 3) apagarlas y comenzar inmediatamente a hacer uso de la estancia.

La exposición a la luz ultravioleta germicida es producto del tiempo, la intensidad y la distancia. Las intensidades altas durante un período corto y las intensidades bajas durante un período largo son fundamentalmente iguales en la acción letal sobre las bacterias.

Por ejemplo, la bacteria promedio se matará en apenas diez segundos a unos 15 centímetros de distancia del foco de luz.

Las luminarias RZero UV-C Disinfection Lighting garantizan la desinfección en muy pocos minutos.

La sistemática es tan sencilla como: 1) encender las lámparas instaladas, 2) dejarlas unos 5 minutos encendidas en función de distancia, tiempo e intensidad, 3) apagarlas y comenzar inmediatamente a hacer uso de la estancia.

Sí, las lámparas UV.C germicidas matan hasta el 99.9% de la mayoría de los virus, incluido coronavirus, tal y como está demostrando para alcanzar la certificación estadounidense E3135 – 18 (única normativa mundial actual que certifica la efectividad de descontaminación microbiana de radiación ultravioleta).

Sí, dependiendo del entorno, las lámparas que emiten UV-C deben revisarse periódicamente (aproximadamente cada tres meses) y pueden limpiarse con un paño de algodón seco o una toalla de papel, utilizando solo alcohol. Esto también ayudará a maximizar la vida útil de la lámpara.

No, las lámparas germicidas de UV-C no emiten mucho calor (es un calor similar al de las lámparas fluorescentes).

La compatibilidad de la luz ultravioleta de baja intensidad sobre cualquier tipo de material es excepcional. Baste como ejemplo exponer que, en el caso del plástico, una exposición continua durante 10 años, solo acorta su vida útil en un 10%, es decir, que en vez de remplazarse a los 10 años, se debería hacer a los 9.

En cuanto al posible efecto sobre colores permanentes (ej: en ropa), no se han informado de efectos degradantes sobre ellos, incluso en exposiciones continuas y prolongadas.

No. Probablemente este es el principal, y casi diríamos único, inconveniente de la desinfección mediante UV-C, ya que esta tecnología solo desinfecta aquello con lo que entra en contacto. Es lo que se conoce como “efecto sombra”.

 

Sin embargo, evitar este problema es sencillo, ya que bastará con añadir algún accesorio adicional colocado estratégicamente para garantizar una cobertura de desinfección completa. Por esta razón, en Rzero Infection Prevention and Control uno de los principales pasos en todo proyecto es un estudio volumétrico y espacial de aquella estancia, vehículo etc., que se quiera desinfectar para optimizar las necesidades lumínicas a instalar.